Buscando la caja de Pandora

12:42 p. m. / Publicado por Sergio Malo / comentarios (6)

Caminas solo por la ciudad que te acogió nada más poner pie en sus tierras, desconocidas pero atrayentes son para ti todo las posibilidades que te ofrece y que ansias conocer. Cada paso es un descubrimiento, un concepto nuevo de ciudad, de vida, de gente, de idioma…

Cansado de la monotonía de una vida viciada por su propio transcurrir, por la rutina que te generaba poder predecir lo que sucedería, por todas las razones que tantas horas diste vueltas y vueltas hasta no conseguir nada más que los mismos dolores de cabeza de siempre.

No puedes evitar recordar aquello que dejaste atrás cuando alguno de aquellos recuerdos se cruzan un par de días en tu nuevo camino, se convierten en sonrisas y buenas sensaciones lo que anteriormente te quitara el sueño hasta tener que olvidar algo que quizás no hubiera ocurrido. Luchar contra la tentación de retomar aquello que decidiste dejar a medias, para quizás retomarlo en un futuro u olvidarlo para siempre, solamente el tiempo y quizás una nueva ciudad por descubrir tengan la palabra para marcar el camino que seguirás en un futuro.

Mientras dure el presente y el futuro se nos resista, sigue buscando por las ciudades que hagan falta ser descubiertas para conseguir lo que todos intentamos alcanzar de diversas formas. Algunos saben la forma de llegar y otros se perderán en sus propias vidas sin haber llegado a acercarse siquiera, pero jamás pierdas lo que te diferencia de aquellos que vagan sin rumbo por una vida que se apaga a cada oportunidad que perdemos: el valor de romper, de querer cambiar tu destino, de coger las riendas y asumir la responsabilidad de tu vida.

Si las fuerzas flaquean y necesitan un descanso para poder reanudar la marcha, nuestra caja siempre estará abierta cuando lo necesites.

Al otro lado ...

12:42 p. m. / Publicado por Sergio Malo / comentarios (4)


Muy pronto el sol deja paso a la oscuridad al final de cualquier semana de diciembre, el día se acorta y la noche se apodera de la ciudad, con la que no quieres saber nada después de la despedida de esta mañana, sus habitantes te miraban al pasar mientras el sol cegaba tus ojos, eras un extraño fuera de lugar, fuera de horario…

Sonidos se cuelan en tu habitación, ni la gruesa capa de plumas del edredón que te cubre por completo consigue evitar que interrumpan tu plácido descanso, están ahí pero insistes en no escucharlos. Tras varios intentos fallidos para continuar con aquel sueño que dejaste a medias, con la sensación de quién acaricia la realidad con la punta de los dedos, abres los ojos intentando ubicarte y las preguntas golpean tu cabeza: dónde estas? Qué hora es? Qué ha pasado?

Apresuradamente cubres la desnudez que dejan las sábanas al caer para correr desorientado y temeroso hacia el origen de los sonidos que interrumpieron tu vida paralela a la realidad. Descubres que la tranquilidad de tu casa se deshace a través del hueco del ascensor, los sonidos se tornan en gritos llenos de desesperación, de impotencia. Según me precipito por las escaleras descubro el grosor de las paredes de los pisos inferiores, son tan gruesas que evitan que los gritos penetren a través de ellas, protegiendo a sus inquilinos de interferencias en sus monótonas vidas.

Al acercarme al origen de los gritos, cesaron al notar mi presencia simulando una calma ficticia que no tardaría en quebrarse, nadie respondía a mis preguntas, de repente el silencio se apoderó de la situación. Con la calma y al calor de mi presencia, fueron acudiendo los habitantes de la escalera, aquellos ajenos al mundo real que en raras ocasiones se aparecen ante mis ojos, en los suyos la señal del miedo, un terror a lo conocido, a revivir situaciones que dejaron huella en ellos.

En esos momentos … se abrió la puerta…

Especie en extinción

1:45 p. m. / Publicado por Sergio Malo / comentarios (1)


Los cambios que vienen aconteciendo en nuestro medio ambiente hacen que el hábitat natural de muchas de las especies autóctonas esté tan degradado que su supervivencia no esté asegurada. Ejemplos como el lince reafirman esta teoría.

En cambio, si tomamos a los medios de comunicación como fuente fidedigna de información descubriremos otra especie en extinción, muy extendida a lo largo de la historia y sobre todo en los siglos XIX y XX, donde tuvieron un especial protagonismo en el devenir de los acontecimientos, esta especie son los jóvenes trabajadores.

Estos sujetos, provenientes de las clases obreras, sin acceso a los estudios por diversos motivos, con necesidad de trabajar para mantenerse a si mismo y a los suyos, han sido el origen de muchas revoluciones que luchaban en contra de las injusticias sociales, intentando transformar su entorno para hacerlo más justo e igualitario. En la actualidad, el medio donde viven es completamente hostil hacia ellos, una sociedad totalmente capitalizada y globalizada en la cual las clases más bajas, aquellas que no podían sufragar los gastos de estudio de sus hijos han pasado a ser clases pseudo medias, pudiendo asegurarles una educación superior, por lo tanto los jóvenes trabajadores sin titulación universitaria son una especie en extinción dentro de la juventud actual.

Se da por sentado que todo joven han tenido la posibilidad de acceder a una educación universitaria, por lo tanto, los ritmos de vida y estereotipos se basan en la vida de un estudiante universitario: 25 años incorporación al mercado laboral, 30 años compra de una vivienda, etcétera… modificando así una sociedad que se olvida que hay otros jóvenes que eligieron (o no) otra opción, que tienen los mismo problemas a edades diferentes.

La jóvenes actuales no son solamente universitarios, no todos son “mileuristas” (la mayoría no llega ni a eso), no todos tienen la posibilidad de aterrizar en el mercado laboral con un título y un master a sus espaldas, no tienen a sus padres que les puedan ayudar mientras se van a estudiar al extranjero, o simplemente no tienen dinero suficiente para mantenerles mientras terminan la carrera. Todavía existe una clase baja en esta sociedad donde sus hijos trabajan desde antes de ser mayores de edad, que tendrán los mismos o mayores problemas para encontrar una vivienda, pero que han empezado su vida adulta antes y sin las mismas oportunidades que el resto de jóvenes.

Fiel compañero de viaje

12:29 p. m. / Publicado por Sergio Malo / comentarios (3)


Un día cualquiera, un recuadro más que tachar en el calendario, en la agenda, en tu vida. No le damos importancia porque ha sucedido lo mismo de siempre, lo que esperábamos, hemos visto a la misma gente en los mismos sitios a las mismas horas, casualidades?. Lo que tampoco cambia es la presión que se apodera de tu cabeza nublando tu vista y dispersando tu concentración, tiene la misma intensidad que de costumbre pero eres incapaz de convivir con ello, siempre te sorprende indefenso sin opciones de luchar contra él.

Se alimenta de tus emociones, creciéndose en tus momentos más difíciles haciendo de ellos una cuesta imposible de superar, transforma tu semblante en los momentos más inoportunos como aquellos cristales que no permiten ver lo que sucede dentro cuando es de día, pero de noche, al encender la luz, te invitan a contemplar todo lo que antes escondía en su interior, dejando al descubierto lo que siempre has querido ocultar.

Aún en los días en los que se suele ver la realidad de una forma diferente, donde los colores suplen a los grises rutinarios, cuando observas todo desde un punto de vista desde el cual nada puede influirte y acabar con tu estado de ánimo, también en esos momentos te aguarda escondido en lo más profundo de tu interior, esperando el menor resquicio para abrirse camino y derrumbar todo lo que habías construido a lo largo de la jornada.
No sirven medicinas, no funcionan las terapias, por mucho que intentes huir, escapar y darle esquinazo, él te esperará a la vuelta de la esquina, en la próxima conversación, en una noticia, una imagen que te haga recordar y ponga en funcionamiento su desquiciante mecanismo. Te manejará como a una marioneta, transformando tu comportamiento, haciendo de ti otra persona diferente, enturbiará tus relaciones personales, evitarás comunicarte, te aislarás hasta que desaparezca... pero nunca lo hará, siempre estará contigo, a tu lado.

Mi ventana indiscreta

10:58 a. m. / Publicado por Sergio Malo / comentarios (0)


Suena el despertador... son las siete de la mañana de un día que todavía no he conseguido descifrar. Cuando consigo ser consciente de donde me encuentro, comienza otro enigma: dónde tengo que ir y qué debo hacer allí.

Elijo la ropa para vestirme de mi mismo y procedo a la ducha diaria, que aparte de rutina higiénica, es el segundo despertador, el que me permite deshacerme de esa capa que te cubre al levantarte, la que te impide ver la realidad y que te acompañará durante toda la jornada si no pones remedio. Antes de perderme en la jungla de asfalto, reviso el equipaje, debe estar todo lo necesario para sobrevivir a este día, si cometes un error te pasará factura...

Es un día diferente a los anteriores pero similar a los que quedan por llegar, no se hacia donde me dirijo, no se que haré, pero se porque me mandan hacia allá. Controles de entrada, presentaciones y un lugar donde sentarte, lo que ellos denominan puesto de trabajo es mi observatorio privilegiado. Desde aquí contemplo lo que sucede en esta oficina, los empleados yendo y viniendo de un departamento a otro, atareados, preocupados, agobiados por la acumulación de trabajo. Porque sí, hay gente que va a su puesto de trabajo a trabajar, es algo sencillo de entender pero tedioso de superar cuando no es así, cuando no tienes ni las herramientas necesarias para desarrollar tus tareas, que haría un pintor sin sus brochas y pinturas?

Los minutos se van sucediendo y a ellos las horas, las pautas de tu jornada la marcan los descansos pertinentes para tomar un té en el desayuno o ir a comer, estos momentos son los más esperados del día, ya que tienes la oportunidad de poder relacionarte con tus compañeros de trabajo y escapar de la soledad de tu situación. Ni siquiera puedes optar por la ventana virtual que te traslade a otros lugares para comunicarte con otras personas, desde la ventana de mi observatorio solamente alcanzo a ver los parques de esta ciudad que tan extraño me hace sentir, las montañas inmutables que parece que puedas tocar con las manos... que suerte tuvo James Stewart al ponerle Hitchcock en frente de su ventana un vecindario al cual observar.

Vuelvo a casa deshaciendo el camino recorrido, esta atípica rutina evita que cumplas tus tradiciones y costumbres. Regreso a casa con el deber cumplido, al final de mes tendré mi recompensa.

Tu propia Opera Prima

11:50 a. m. / Publicado por Sergio Malo / comentarios (4)


Sin darte cuenta, tu vida pasa fotograma a fotograma, eres el actor principal de una obra incompleta. Corto o largometraje, drama o comedia, superproducción o serie B, son factores que solo nosotros podemos decidir.

En los créditos tú eres la estrella, el actor principal y a la vez director de tu propia ópera prima. El resto de personajes irán cambiando a lo largo del rodaje con la consiguiente comparación entre ellos, la añoranza de aquellos que desaparecieron de tu película para actuar en otras producciones, el atrezzo que rodea tu vida no solo se compone de paisajes de cartón, en ocasiones está hecho de personas, de figurantes a los cuales solo sabemos apreciar cuando han desaparecido, cuando su lugar está vacío…

Dentro de la rutina, las secuencias se suceden con cierta coherencia para el director, pero difícilmente para muchos de los integrantes del reparto. El guión es algo incierto, como lo es el futuro de cada persona, pero con cierta cordura o locura, según el género elegido, vamos escribiendo páginas y páginas marcando el tempo de nuestra película.

Normalmente, los directores noveles se ven influenciados por las obras que han visionado en su aprendizaje en este séptimo arte, pasando por etapas enriquecidas con experiencias, compañías, nuevas actrices principales, etcétera.

Hay que ser consciente que vivimos nuestra propia película y que los actores secundarios pueden cambiar de una escena a otra. El espectáculo sigue con o sin ellos, el actor principal, el motor de la película no abandonará más que cuando llegue el esperado “The end”, mientras se sucederán infinidad de actores, actrices y decorados.

Mercado laboral ... Mercado de carne

12:19 p. m. / Publicado por Sergio Malo / comentarios (3)


Según pasan los años y nuestra adolescencia y juventud va tocando a su fin, nuestra ilusión y expectativas suelen crecer creyendo que tienen ante si una vida repleta de proyectos que nos depararan el mejor de los futuros. Pasamos esa etapa de nuestra vida poniendo nuestra mente al sol en el período estival, para después ocuparla durante el invierno en un duro entrenamiento y acopio de conocimientos que nos sirvan en ese porvenir dorado que nos espera en nuestra madurez como personas.

Imaginamos que nuestros sueños se harán realidad en el menor tiempo posible, dejando atrás quizás esa vida mediocre que creemos que llevan nuestros progenitores o simplemente esperamos más de lo que la vida les dio a ellos, nuestra propia versión del cuento de la lechera se pone en marcha.

Las experiencias y las historias que nos cuentan nuestros mayores de los tiempos de la posguerra, de la migración a las ciudades desde el campo y del final de la dictadura, siempre tienen un denominador común: la fuerza y el trabajo físico como medio de producción. En aquella época pensar estaba muy mal visto, los trabajadores valían lo que aguantaba su cuerpo el esfuerzo del trabajo diario.

Esto no nos sucederá a nosotros, ya que nuestro principal capital es nuestro saber y capacidad intelectual. Por esto mismo al terminar nuestros estudios (universidad, etc) creemos que aquel sueño cristalice en una realidad inmejorable para nosotros.

La realidad es muy diferente, a los empresarios de este mundo globalizado y capitalista no les interesa lo que puedan producir tus casi dos kilogramos de cerebro entrenado y pulido en alguna materia, para ellos solamente eres carne: setenta kilos a los cuales explotar y manejar a su antojo a través del miedo a perder el trabajo, de coacciones y amenazas.

Las empresas de outsourcing (consultoras), de trabajo temporal y becarios deberían cambiar sus sedes del centro de Madrid y centros empresariales a otro que hay cerca de la M-40 más conocido como Mercamadrid, el mayor distribuidor de carne de Europa, y así colocar mejor a estos montones de carne y huesos que son para ellos sus trabajadores, a los cuales llevan de cliente en cliente, de proyecto en proyecto sin importarles las vidas personales, los horarios o la opinión que puedan tener sus empleados.

Abre los ojos, bienvenido al mundo real, los sueños al despertar desaparecen…

(La foto es del departamento de Recursos Humanos de mi empresa)